Redacción Colombiabus – Daniel Orciani
MINISTERIO DE TRANSPORTE ARGENTINO ESTUDIA PROTOCOLO
Buena parte del mundo está regresando a la cotidianidad o evalúa formas de reiniciar las actividades productivas, y Argentina no podía ser la excepción, teniendo que encontrar una ruta para iniciar como se le dice mundialmente, una nueva normalidad. Actualmente en el país, el transporte urbano opera prácticamente al 20% de la capacidad de los sistemas, mientras que los servicios de media y larga distancia completan 120 días detenidos.
Todos esos días han pemitido disponer del tiempo necesario para pensar en las salidas y reformular los esquemas de operación tanto en ciudades como entre las provincias, para permitir una recuperación más rápida de la actividad transportadora. En esa línea, el transporte de larga y media distancia ha definido sus protocolos que hace pocos días entregó al Ministerio de Transporte Argentino, para su aprobación, buscando el costo menos oneroso y la menor afectación a las ya maltrechas finanzas de las compañías operadoras.

“La manera de recuperarse no será buscando nuevos pasajeros con vuelos baratos, sino eligiendo los destinos más rentables con tarifas sin promociones. Y la gente va a volver a viajar. Esto pasó en Uruguay cunado abrieron los viajes terrestres, donde en la segunda semana las empresas debieron ya poner refuerzos. Seguramente habrá mayor porcentaje de viajes de turismo interno y eso lo deben aprovechar las empresas de buses, que han demostrado que se están preparando bien con protocolos estrictos de sanidad que llegaron para quedarse, y con el aporte valioso de carroceras que implementan novedosos sistemas de fábrica para que estos protocolos sean mas eficientes” Comenta el Ingeniero Daniel Orciani, Especialista en Transportes en Argentina, Consultor y Director de El Expreso TV.
SEPARANDO LAS RESPONSABILIDADES
La iniciativa ha sido estructurada por la Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI) que agrupa al 80% de las compañías de autobuses que ofrecen servicios interprovinciales en Argentina, junto con el Grupo Fénix (representante de Marcopolo y Volare en el país), constructores nacionales y Central Buses (distribuidor de Busscar). La propuesta se encuentra en este momento en estudio por parte de las autoridades argentinas.
Los transportadores serán responsables de las medidas de higiene y sanitarias a bordo y mientras dure el viaje, incluyendo el estado del autobús y medidas tecnológicas al respecto. Control de los conductores ( temperatura y tamizaje antes de cada viaje), planeación de viajes (por ejemplo, mantener la misma pareja de conductores) y funcionar con el 50% de la flota y conductores rotandola cada 15 dias. De esta manera se garantiza la continuidad de la operación en caso que se presenten contagios y la empresa no detiene sus actividades.
Sobra decir que los tiquetes se adquieren en forma remota (aplicaciones o portales de internet) y el control de ellos a bordo, se hace a través de lectores de códigos QR que también permiten verificar el documento de identida, suprimiendo el uso del papel y las impresiones. Además cuando se compre el pasaje por internet o aplicación, se podrá imprimir el comprobante de equipaje para registrar las maletas y guardarlas en las bodegas de los autobuses. Asimismo, se solicitarán los números telefónicos de todos los viajeros y se deberá avisar a la empresa si hay un contagio posterior para avisar a las autoridades y a quienes ocuparon los vehículos, para sean aislados y se dirijan a los centros de salud.

SIN ATENCIÓN A BORDO
Teniendo en cuenta que la ocupación inicial oscilará entre 60 – 65% por bus, las compañías se verán obligadas a suprimir los servicios de alto confort como los tipo cama o suites ofrecidos en varias compañías argentinas. No se servirá comidas, ni bebidas ni pasabocas y tampoco se entregarán cobijas, las pantallas de entretenimiento individual podrían ser usadas y se discute sobre colocarles una película que no impida la operación táctil, que sea desechable al terminar cada viaje y no se entregarán audífonos.
Los buses se desinfectan antes del viaje, incluyendo alcohol en gel a la entrada de cada vehículo y en el pasillo superior, cuando se trate de doble piso. Los asientos dobles estarán separados por las cortinas antimicrobianas y también deberá dividir la silla que conecta al pasillo central. Los sanitarios deberán tener sistemas de desinfección por luz UV que se accione al cerrar la puerta sin tener personas adentro. Uno de los temas neurálgicos ha sido el del aire acondicionado, donde se desestimó el uso del ozono por considerarlo perjuidicial para los humanos, a cambio se obligará al los transportadores a sustituir los filtros con mayor frecuencia; lo mismo que los apoyacabezas de tela o suprimirlos.

El transporte terrestre en Argentina emplea a más de 75.000 personas servicios urbanos y cerca de 35.000 en servicios interurbanos de corta, media y larga distancia. Comprende casi 27.000 vehículos urbanos y 7.300 interurbanos, en este caso son propiedad de pocas compañías que tienen flotas entre los 500 y 1.500 autobuses. Más de 500 empresas prestan servicios en la ciudad y unas 600 operan las rutas de corta, media y larga distancia interurbanas.
También el sector deberá ser consciente de los cambios que debe adoptar para seguir siendo sostenible económicamente. “O el sistema se autoregula, en cuanto a tarifas, pooles, recorridos y frecuencias o lo hace el poder concedente. Así como está no tiene mucho futuro. Y es hora de salir del estancamiento en cuanto a jornada laboral. El gremio debe bregar por cuidar la salud de sus afiliados, pero si algo dejó de enseñanza esta pandemia, es que si esto no lo balanceamos con el costo económico, cada vez habrá menos empresas donde trabajar”. Finaliza Orciani.