Redacción Colombiabus
PRIMERO SEGURIDAD, LUEGO CONFORT
A pesar que el 97% del transporte por carretera en Colombia de largas y medianas distancias se encuentra detenido, las principales empresas de transporte del país han encontrado en los viajes para viajeros exceptuados por ley, una forma de “mover la caja” para los gastos básicos y de alguna forma u otra, prepararse para una futura reactivación masiva de los despachos.
Apoyados de las redes sociales y generando nuevos protocolos de venta, ahora los pasajeros han encontrado en las compras en línea la forma más rápida de regresar a sus destinos, puesto que la venta en terminales está restringida. Para no ir más lejos, de acuerdo con reciente circular emitida por el Terminal de Transporte de Bogotá, la entrada de pasajeros a las taquillas y módulos está limitada a personas que tengan tiquete de viaje comprado a través de Internet o una reserva realizada de manera virtual.
De otro lado, son múltiples los controles y filtros previos que se encuentran realizando las autoridades para permitir el desplazamiento de viajeros. Medellín es un ejemplo de ello, pues para permitir la salida o entrada de pasajeros a la ciudad, los pasajeros deben solicitar autorización a través de Internet explicando los motivos de viaje al detalle.
Las autoridades están comprometidas con la verificación de los vehículos durante el aislamiento obligatorio Varios han sido los casos de pasajeros que en controles aleatorios durante las diversas fases del viaje, han sido obligados a suspender el recorrido por no contar con los permisos y requisitos de viaje que los facultan dentro de las excepciones de ley.

PRIMERO LA SALUD
Son cientos de solicitudes las que a diario deben ser procesadas por las empresas de transporte, realizadas por personas que requieren movilizarse entre ciudades a nivel nacional. Muchos de ellos a pesar de llevar semanas atrapados en lugares que no son los de su residencia, están teniendo en cuenta antes que el lujo, espacio o entretenimiento del bus, los protocolos de bioseguridad que las compañías están implementando para garantizar la seguridad del viaje.
“Son pocos los pasajeros que aún no han hecho conciencia de la nueva realidad. Algunos protestan porque los vehículos no los dejan o recogen en la vía o porque no hacemos paradas intermedias para alimentación. La gran mayoría entiende que la seguridad y la salud están por encima de cualquier otro factor y nosotros debemos llevarlos sanos a casa”, indicó un representante del área de servicio al usuario de Flota Magdalena.
MOVIÉNDOSE ENTRE CIUDADES
Son los terminales de transporte de las principales ciudades los que han autorizado los despachos y entradas de pasajeros. Sin embargo, muchos moradores de poblaciones intermedias y pequeñas, han visto frustrados sus planes de viaje, pues ni las empresas tienen permiso para despachar desde dichos lugares, ni la cantidad de pasajeros es la suficiente para lograr garantizar la rentabilidad de los despachos.
Y es que la mayoría de las veces, las cuentas no dan. Como principal medida de seguridad, además del tamizaje previo al abordaje y la obligatoriedad en uso de los elementos de protección personal para viajeros, despachadores y conductores, las empresas de transporte se han visto obligadas a despachar vehículos con sólo el 50% de su capacidad, con el fin de garantizar el distanciamiento entre pasajeros. Con ello, las tarifas han tenido que ajustarse en un 100%, de tal manera que se logren cubrir los gastos de viaje y los elementos de bioseguridad básicos para los operadores; sin embargo activar el aparato logístico, de seguridad, tecnológico y de venta de las compañías, para una operación tan limitada resulta bastante costoso.
Al parecer, al final del día, la operación de dichos viajes se convierte en un ejercicio de manutención y protección de rutas, más que de generación de ingresos.